Un retroceso que inquieta al mercado
El mercado de Bitcoin (BTC) atraviesa un nuevo momento de tensión. La criptomoneda más grande del mundo cayó por debajo de los 109.000 dólares, alcanzando niveles que no se veían desde hace cuatro semanas. El retroceso se produce tras un periodo de toma de ganancias significativa por parte de los holders de largo plazo y en un contexto de desaceleración en las entradas de capital hacia los ETF vinculados a Bitcoin.
De acuerdo con datos de Glassnode, los inversionistas veteranos han asegurado beneficios por aproximadamente 3,4 millones de BTC, un volumen comparable al registrado en techos de ciclos previos. A esto se suma que la demanda institucional parece haberse enfriado después del último recorte de tasas de la Reserva Federal de Estados Unidos, un factor que en ciclos anteriores alimentaba los repuntes del activo digital.
Soportes en peligro y riesgo de ventas masivas
El precio se ha desplazado por debajo de zonas de soporte consideradas críticas, como los 112.000 dólares, y llegó a marcar un mínimo intradía de 108.700 dólares en Coinbase. Aunque aún no ha probado el nivel de 107.500 dólares —que se tocó el 1 de septiembre—, algunos analistas creen que es cuestión de tiempo para que el mercado vuelva a testear esa barrera.
Markus Thielen, jefe de investigación en 10x Research, advirtió que el rebote tras la caída anterior perdió fuerza demasiado rápido. Según su visión, si el precio regresa a esos niveles, se podría activar una ola de ventas por stop-loss que agravaría el retroceso. “Muchos operadores están posicionados para un repunte en el cuarto trimestre. La sorpresa real no sería una subida, sino una corrección más profunda”, señaló.
Glassnode apunta a una fase de enfriamiento
En su último informe, Glassnode destacó que la proporción de monedas movidas con ganancias superó el 90 % en tres ocasiones durante el presente ciclo de mercado, y el comportamiento actual coincide con el tercer episodio. En ciclos pasados, este patrón ha estado asociado con zonas de agotamiento, lo que incrementa la probabilidad de una fase de consolidación o “enfriamiento” del activo.
El indicador de beneficios y pérdidas realizados muestra que el mercado se encuentra en una situación muy similar a la de techos anteriores. En ese sentido, los analistas señalan que la probabilidad de ver un retroceso adicional supera la de un repunte inmediato.
Señales mixtas en los indicadores on-chain
Thielen también hizo referencia al Spent Output Profit Ratio (SOPR), indicador que refleja si los inversionistas venden con ganancias o pérdidas. Actualmente, se encuentra en 1,01, lo que indica que algunos actores ya están asumiendo pérdidas. En fases alcistas, caídas del SOPR por debajo de 1 suelen marcar el fin de la presión vendedora; sin embargo, en contextos bajistas pueden anticipar más descensos.
Otro dato relevante es el Net Unrealized Profit/Loss (NUPL) de holders de corto plazo, que se aproxima a cero. Esto significa que los compradores más recientes están muy cerca de ver sus posiciones en pérdidas, lo que podría acelerar liquidaciones adicionales si el precio no encuentra soporte sólido.
Escenarios posibles para el cuarto trimestre
De cara al cierre del año, el panorama se mantiene incierto. Glassnode advierte que, si no se reaviva la demanda institucional, la probabilidad de un retroceso mayor se mantiene elevada. La falta de flujos hacia los ETF y la presión de venta de los tenedores de largo plazo alimentan la tesis de un agotamiento en el corto plazo.
No obstante, hay voces más optimistas. Michael Saylor, presidente de MicroStrategy, afirmó que Bitcoin podría recuperarse en el último trimestre de 2025 una vez que los factores macroeconómicos negativos se disipen. Su visión contrasta con la postura más cautelosa de Thielen, que mantuvo una posición neutral mientras el precio no logre reconquistar los 115.000 dólares.
El precio al cierre de la jornada
Al momento de redactar este artículo, Bitcoin cotizaba en torno a 109.645 dólares, con una caída acumulada del 6,5 % en los últimos siete días. El movimiento sitúa al mercado en un punto clave donde tanto alcistas como bajistas aguardan la confirmación de la próxima gran tendencia.
